Por medio de este escrito, renuncio a mi ciudadanía Colombiana por discriminación racial, tomando en consideración lo siguiente: yo siempre he sostenido que el racismo hace parte del pasado. Ver: http://wwwbloggercom-ocastillo.blogspot.com titulado Problema Racial vs. Diferencia de Clases Sociales” Junio 1, 2008. Sin embargo, he estado recibiendo vergonzosa información de los medios de comunicación que demuestran el hecho de que en Colombia existe una fuerte resistencia para aceptar este cambia social. Se dijo que en Bogotá y Cartagena, los propietarios de algunas discotecas no permitieron la entrada de negros reviviendo el otrora detestable aviso “nos reservamos el derecho de admisión”. En consecuencia, los negros rechazados demandaron a los propietarios y la Corte Suprema de Justicia falló condenando a los racistas a pedir perdón a sus victimas.
Aunque yo nací, crecí, estudié y trabajé en un exquisito ambiente familiar y social y no fui victima ni fui testigo de discriminación racial, nunca me sentí orgulloso de ser colombiano debido a que este país se ha caracterizado por dos hechos que considero realmente repugnantes: el odio a su propia historia y el hecho de que cada persona cree pertenecer a una clase social superior a la del otro. El primer hecho es porque la historia obliga a la población colombiana a recordar lo que quieren sepultar: racialmente, de donde vienen. El segundo surge del sentimiento de superioridad y el desprecio que sienten por las personas que consideran inferiores a ellos: los negros y los indios sus victimas preferidas. Esta es la razón por la cual los colombianos están mental y espiritualmente convencido de ser blancos. Por este motivo, cuando por cualquier causa surge el tema racial, todos los colombianos se consideran blancos y solamente se excluyen aquellos que no pueden esconder su raza negra o india. En mi opinión, la población blanca colombina no alcanza a ser ni el 1%. Aun recuerdo como en los años ochenta los colombianos se sintieron indignados, ofendidos, insultados y humillados, cuando el embajador Americano, en una abierta, relajante e informal conversación dijo que Colombia era un país de mestizos y mulatos.
La confusión racial y social de la población colombiana esta claramente reflejada en la ridícula y humillante decisión de la Corte Suprema de Justicia. La Corte sabe que pidiendo disculpas no ayuda a erradicar el odio racial de esos criminales, al contrario, lo estimula como ocurre con las campañas políticas negativas. En conclusión, la Corte, con esa cínica decisión, esta enviando estos negros para que sean rematados por esos criminales.
Mis artículos en Ingles son publicados los miércoles y en Español los domingos
Aunque yo nací, crecí, estudié y trabajé en un exquisito ambiente familiar y social y no fui victima ni fui testigo de discriminación racial, nunca me sentí orgulloso de ser colombiano debido a que este país se ha caracterizado por dos hechos que considero realmente repugnantes: el odio a su propia historia y el hecho de que cada persona cree pertenecer a una clase social superior a la del otro. El primer hecho es porque la historia obliga a la población colombiana a recordar lo que quieren sepultar: racialmente, de donde vienen. El segundo surge del sentimiento de superioridad y el desprecio que sienten por las personas que consideran inferiores a ellos: los negros y los indios sus victimas preferidas. Esta es la razón por la cual los colombianos están mental y espiritualmente convencido de ser blancos. Por este motivo, cuando por cualquier causa surge el tema racial, todos los colombianos se consideran blancos y solamente se excluyen aquellos que no pueden esconder su raza negra o india. En mi opinión, la población blanca colombina no alcanza a ser ni el 1%. Aun recuerdo como en los años ochenta los colombianos se sintieron indignados, ofendidos, insultados y humillados, cuando el embajador Americano, en una abierta, relajante e informal conversación dijo que Colombia era un país de mestizos y mulatos.
La confusión racial y social de la población colombiana esta claramente reflejada en la ridícula y humillante decisión de la Corte Suprema de Justicia. La Corte sabe que pidiendo disculpas no ayuda a erradicar el odio racial de esos criminales, al contrario, lo estimula como ocurre con las campañas políticas negativas. En conclusión, la Corte, con esa cínica decisión, esta enviando estos negros para que sean rematados por esos criminales.
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1 comment:
Lo planteado por usted es una realidad, que desde luego, no sera aceptada por los Colombiana, pero por lo menos,pondra a reflexinar a muchos, como esta ocurriendo en mi caso.
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